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Dieta para que la izquierda se mantenga en forma

En un sólo día la revista "Semana" subió a su web trece notas sucias contra Gustavo Bolívar, Iván Cepeda y Gustavo Petro. El propósito es poner a la defensiva a los lideres más reconocidos y mediáticos del Pacto Histórico. Gustavo Bolívar cayó en la provocación y lo forzaron a defenderse de manera atropellada.

Imagen de Topi Pigula en Pixabay

Imagen de Topi Pigula en Pixabay

A las elecciones hay que llegar en buena forma. No basta con quejarse del Gobierno. Hay que ofrecer una alternativa ganadora para relevar a uno de los gobiernos más esperpénticos en la historia de Colombia. Un Gobierno presidido por un mal comediante. El Pacto Histórico, como escribí en mi anterior columna, es un bosquejo para colorear. Es un pacto para ramificar de abajo hacia arriba, desde la base hasta la cúspide, desde la provincia hacia el centro. El MAS boliviano pudo aguantar el coup d’ etat de la extrema derecha porque se replegó hacia su retaguardia profunda y desde allí, con su sólida y ramificada organización de base, preparó la estrategia para recuperar el Gobierno. La izquierda colombiana debe llegar en mejor forma para la liza electoral de 2022. Presta atención a esta dieta, Comején:     

1. Evita la ruptura generacional

Algunos jóvenes activistas miran a la vieja militancia como a una chaqueta apolillada y pasada de moda. Alguien de la vieja guardia considera que no se puede hacer la Revolución con un chico que está más preocupado por la comida de su hámster que por la suerte del Partido. Los canosos, como llaman los jóvenes de la izquierda newyorkina a los viejos luchadores, llevan sobre sus espaldas la mochila de las experiencias. Esa experiencia, como en una carrera de relevos, hay que traspasarla de una generación a otra. Fusionar la experiencia con el entusiasmo para ganar potencia y velocidad en el tramo final de la competencia y ganarla. Anthony Zambrano, medallista guajiro en Doha y Tokio, superó a varios de sus contrincantes en los últimos metros. Se puede ganar o perder una elección a un paso de la meta. 

2. El poder establecido no es absoluto 

Hay otros poderes. No todo hay que hacerlo desde arriba, es más, no es recomendable hacerlo todo desde arriba. La base social no es una invención o mito, es una realidad que debe tenerse en cuenta a la hora de seleccionar a quienes van a luchar por las curules. Hay que poner mas atención a las regiones, a los movimientos sociales que surgen y se reproducen en la periferia o en las grandes urbes (Puerto Resistencia en Cali), pero sin hacer de la horizontalidad un talismán al que hay que idolatrar y oponer a la verticalidad.

La horizontalidad per se lleva riesgos: caos, disolución y lumpenización. La dirigencia del Pacto Histórico, por ejemplo, aprobó el pasado 5 de agosto participar en la próxima elección con una lista cerrada /cremallera al Senado. Es una decisión vertical, pero necesaria, que hay que acatar y punto. Uno de los peores hábitos de la Izquierda es hablar por hablar. Les cuesta decir “estoy de acuerdo”. 

3. De dónde viene el dinero 

Es importante saber de dónde viene el dinero. Los partidos tradicionales de Colombia seducen a una gran masa de votantes mediante el clientelismo y el pago a los sufragantes. A la Izquierda nunca se le ha asociado a la compra y venta de votos. Sin embargo hay que cuidarse de situaciones embarazosas como la ocurrida con Gustavo Petro. Recibir un puñado de billetes en una bolsa es un acto de mal gusto. 

La lista cerrada/cremallera evita que los y las candidatas anden buscando plata por su cuenta, endeudándose, empeñando la casa o recibiendo dinero de manos contaminadas. Cuando se pierden en la casa de empeño hasta los anillos de matrimonio, queda la tentación de corromperse. La hegemonía mediática hace que un político del sistema pueda desaparecer 70 mil millones de pesos del dinero público (caso Karen Abudinen), sin consecuencias. Un político de izquierda firma su muerte política si se va de un restaurante sin pagar una pizza. Así funciona el poder mediático. Por esa razón, Comején, aléjate de las tentaciones. 

4. No caer en provocaciones 

La campaña para relevar Gobierno y Congreso en 2022 será más puerca que todas las anteriores. A la derecha le perturban las encuestas. La izquierda exhibe musculatura. El video del pobre y desgraciado Bruno Díaz contra el senador Gustavo Bolívar es el abrebocas de una sistemática, potente y bien financiada maquinaria de agitación y propaganda que esparcirá mierda sobre la cabeza de los cuadros más relevantes del Pacto Histórico. La plataforma de lanzamiento tiene nombre: revista Semana. Los y las pseudoperiodistas de este medio propagandístico reciclarán la mierda que encuentren en las cañerías y la empaquetarán como noticias. El objetivo es crear confusión, dudas, fisuras y agarrones entre los seguidores del Pacto Histórico

Matar, desprestigiar o enjuiciar. Tres modos empleados en Colombia para deshacerse de los lideres de la izquierda. A Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo los mataron. A Gustavo Petro lo desprestigian. A Iván Cepeda lo quieren enjuiciar. Los sicarios matan, los medios desprestigian y el aparato judicial de bolsillo enjuicia. En un sólo día la revista Semana subió a su web trece notas sucias contra Gustavo Bolívar, Iván Cepeda y Gustavo Petro. El propósito es poner a la defensiva a los lideres más reconocidos y mediáticos del Pacto Histórico. Gustavo Bolívar cayó en la provocación y lo forzaron a defenderse de manera atropellada.    

No hay que endiosar a los líderes y lideresas de la izquierda y la oposición democrática. Son gente como tú, Comején, cuya cotidianidad es una sumatoria de brillo y opacidad. Gente que se bebe unas cervezas o trota sobre la cinta de un gimnasio para amortiguar los líos familiares, las deudas, los sinsabores que trae la política, los disparates de una hija díscola o el escape del gato por la ventana que quedó abierta.

5. Programa justo y lenguaje sin ambigüedades

El Pacto Histórico debe inyectar -a propósito de las vacunas- no más de cinco ideas en el espíritu de la gente colombiana. Cinco ideas justas. No el programa del líder sino el programa de la gente. A los ideólogos se les pueden ocurrir muchas cosas, pero a la gente de a pie hay explicarle el cambio político con un lenguaje callejero, ese que se escuchaba en las barricadas del paro nacional. Las especulaciones teóricas hay dejárselas a los académicos que son los que viven de eso. La vida cotidiana, el mundo de la mayoría social, no es teorético sino pragmático. 

La ambigüedad, Comején, es lo otro. Tú recuerdas aquel filme de Nanni Moretti presentado en Cannes en 1998. Aprile, se titula. ¿Recuerdas aquella escena en la que el personaje central está frente a la televisión observando el debate entre Silvio Berlusconi y Massimo D’Alema, secretario general de los Demócratas de Izquierda? El personaje, enfurecido por la pasividad de D’Alema ante Berlusconi, grita a la pantalla del televisor: «¡D’Alema, reacciona, di algo de izquierda!”. Con esto quiero decirte, Comején, que no digas tonterías o te quedes mudo para quedar bien con todo el mundo. Este tiempo político no está para la tibieza o la ambigüedad.  

6.  ¿Dónde sirves más? ¿Por qué quieres ser candidata?

Eso te pregunto, querida Termita: ¿por qué quieres ser candidata? ¿Acaso no estás bien allí con tu columna, tu sindicato, tu cuento de youtuber, tu teatro, tu música, tu colectivo feminista? Allí lo estás haciendo bien. Allí estás haciendo más por el Pacto Histórico que aventurarte en una candidatura. No te enrolles la vida. Mientras no tengas claro, Comején, que debes estar donde mejor sirves al proyecto del Pacto Histórico, y no donde te impulsa tu puto capricho, estás jodido.     

7. Prepararse para ganar no para quedar de constancia “histórica” 

Esta parte de la dejo a tí.

Escritor y analista político. Blog: En el puente: a las seis es la cita.

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