2021: segundo año de la peste. Un año en que Colombia no está para lanzar globos al aire. No hay nada que celebrar. Enero, según mi experiencia, no es un buen mes para elevar cometas. Empero la derecha colombiana que, en estrategia y táctica política va dos pasos adelante con relación a la izquierda, lanzó tres globos al aire y tiene una cometa volando sobre la cabeza de los electores modelo 2022. Un globo tiene el sello de Venezuela, el segundo la marca de Cuba y el tercero viene con nombres propios: Claudia López, alcaldesa de Bogotá y Daniel Quintero, alcalde de Medellín. La cometa posee la forma de un millonario, sofisticado y moderno aparato de propaganda que se autodenomina: semana.com.
El topo, el mítico personaje redivivo en la literatura de John Le Carré, no es necesario para desequilibrar a una organización política o movimiento social. Bastan unos cuantos payasos, megalómanos y fanáticos en las redes sociales para intoxicar el ambiente.
Los tres globos están encaminados a enajenar a la izquierda y la cometa a asegurar la fidelidad de los votantes. Cuando la izquierda se habla a sí misma y no le habla al pueblo, la derecha aprovecha y lo conquista a través de un lenguaje simplificado. En Colombia las fuerzas del cambio dan por descontado que ganarán las elecciones en 2022. Piensan que el efecto Argentina, Bolivia o Estados Unidos llegará a Colombia por fuerza del destino. Yo, Comején, te aconsejo no razonar con el deseo. Si la próxima semana hubiera una hipotética elección presidencial el resultado sería el mismo de 2018. La misma foto. Los mismos actores. La misma división. Las mismas abstenciones. La misma derrota. El mismo gobierno. El mismo Congreso.
La estratagema de la extrema derecha es muy sencilla: sembrar el caos entre la izquierda con globos hechizos. Recluir a las fuerzas del cambio en una suerte de torre de Babel para que no discurra el entendimiento. Aprovechan a los elementos más ciegos y radicales para provocar ruido. Un ruido ensordecedor. El topo, el mítico personaje redivivo en la literatura de John Le Carré, no es necesario para desequilibrar a una organización política o movimiento social. Bastan unos cuantos payasos, megalómanos y fanáticos en las redes sociales para intoxicar el ambiente. Por ahora, Comején, lo están consiguiendo. El artificioso affaire Angela Robledo es un botón de muestra. Es fácil morder el anzuelo. El gusanillo se mueve y se mira apetitoso.
Empezamos, Comején, con el globo venezolano. Funcionó no sólo en Colombia. En la Florida fue útil para la campaña de Trump. El joven Guaidó, convertido en comparsa por el senador republicano Ted Cruz, tuvo poco recorrido. La Unión Europea, castigada por la peste, no quiere seguir cargando con ese lastre. El Gobierno de Iván Duque ha entregado a Ted Cruz, sedicioso del Partido Republicano, el manejo de su política exterior. Claudia Blum es una canciller de cartón piedra. Al globo venezolano le queda poco helio. En Venezuela no hay más camino que el diálogo. La ruta del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero es la más útil y sensata. Vale apostar por ella, sin complejos.
La revocatoria del mandato es una táctica de imantación para atraer a las fuerzas del cambio, progresistas, izquierda o como la quieras llamar, para trocearlas y desvertebrarlas.
Semana sacó de la chistera un extravagante dossier sobre Cuba. Un segundo globo para relevar al de Venezuela. La idea era crear un barullo alrededor de Cuba. Engendrar de la nada a un nuevo enemigo de Colombia. No hubo tal. Ningún medio importante hizo eco. Ni dentro, ni fuera. Era un señuelo en el que, irónicamente, cayeron algunos despistados de la izquierda. La artimaña no hizo carrera, pero queda la lección: la extrema derecha busca altoparlantes entre la izquierda.
El tercer globo fue lanzado por la derecha empleando intermediarios. Probablemente pagos. El plan es encausar a Claudia López en Bogotá y Daniel Quintero en Medellín. Una maniobra como las ocurridas con Petro cuando ocupó la alcaldía de Bogotá. Revocarles el mandato mediante firmas. La peste trastocó todo. Los planes de gobierno se alteraron. La peste es el principal actor político universal. Pienso, Comején, que debes retirarte del pantano a riesgo de que te hundas. En la guerra de guerrillas hay un concepto que se denomina “imantación” que consiste en atraer al enemigo mediante un señuelo para luego atacarlo, coparlo y eliminarlo. La revocatoria del mandato es una táctica de imantación para atraer a las fuerzas del cambio, progresistas, izquierda o como la quieras llamar, para trocearlas y desvertebrarlas.
El portal de semana.com se perfila como una versión criolla, muy criolla, de la cadena norteamericana Fox News cuando puso todo su tiro mediático al servicio de la campaña de Trump.
En el Dieciocho brumario de Luis Bonaparte, Marx vuelve una y otra vez sobre le press bon marché (la prensa barata), en referencia a los periódicos y gacetillas controladas por el régimen bonapartista en la que los plumíferos hacían de las suyas. En España algunos analistas usan la expresión “máquinas del fango” cuando se refieren a los medios que usan información fabricada en las cloacas del Estado para dañar la reputación de los líderes progresistas. No sé cómo llamarían ustedes a semana.com, un aparato propagandístico cuyo objetivo es el de llevar al poder en el 2022 al núcleo más ultraderechista y prefascista de Colombia. El portal de semana.com se perfila como una versión criolla, muy criolla, de la cadena norteamericana Fox News cuando puso todo su tiro mediático al servicio de la campaña de Trump. Una cometa hecha con personajes entrenados para crispar y mentir, que se eleva sobre la cabeza de los colombianos que el próximo año elegirán un nuevo Gobierno.
Tres globos y una cometa con las que hay que ir con mucho cuidado. La derecha y los círculos prefascistas colombianos tienen una estrategia. No ocurre lo mismo en las fuerzas del cambio. El Polo Democrático, Colombia Humana y los Verdes, son tres vertientes sobre las cuales se puede pensar en un cambio para Colombia. Si este cambio no ocurre, habrá que pensar en otra gente.