El sonoro cantar de lacarrangase ha tejido para contar, resistir y evidenciar las vivencias campesinas, trasegar las historias, germinar corazones y ejercer de forma decidida la militancia a favor de la vida. Sin más, debo traer a texto el nombre de una melodía bellísima: La lora proletaria, canción del maestro Jorge Velosa que, gracias a una infinita voz también boyacense, la escuché como quien escucha una recomendación de alguien que sabe, que conoce, que le estima y le ama a uno.
La escuché, la leí, y la viví y hoy intento tararear y mencionar puntos de su mensaje e historia. Para hablar de esta forma de resistencia, desde la carranga, debo comentar que la canción fue una de las primeras composiciones de Jorge Velosa, en sus tiempos en la Universidad Nacional (1968). Desde allí, la canción y el maestro acompañaron a movimientos campesinos, revolucionarios y de resistencia.
Cuentan que cientos de miles de campesinos coreaban en diversas jornadas de la ANUC (Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia) los versos de esta canción que se prolongaba: “¿Tuavía los siguen jodiendo? Yo le dije que tuavía”.
Era esa voz firme que continuaba y se extendía y que hoy, más de cincuenta años después, parece retumbar aún en el recuerdo de quienes saben contar la historia, resolviendo líos de narración, trayendo las letras de la canción al contexto:
“Antón la lora de dijo: ¿pa qué se dejan joder?
Si se juntan pa peliala
Naiden los va a detener”
Dicen que la canción era un impulso, un himno, un sentir generalizado y esperanzador a tan arduas jornadas de luchas en contra de gobiernos, grupos paramilitares, organizaciones de muerte y esa sombra sinuosa a la cual le hemos huido y enfrentado: la guerra. Es también necesario mencionar que fueron años sonando, estando allí, en esa primera línea de protesta, de alzar la voz. Por ello y por tantas cosas, es erróneo pensar que la resistencia colombiana como muchos medios han querido vender, es reciente y se debe ver como una tendencia.
No. La resistencia tiene quinientos años. Debe contar en su historia canciones como esta, y no obviar luchas que se han dado, muertes de las que solo se supo eso, y episodios que hay que narrar para no olvidar, para no caer en ese fondo de desconocer que aquí se ha respirado y sentido lucha.
La resistencia es carranguera, de indígenas, mestizos, campesinos y loras. La resistencia es esta canción en la que se narra que la lora es fusilada por diversos consejos que lanzaba y pregonaba. esto, Una evidencia de los días que se vivían y se viven y que, queda como muestra, sin duda, de lo complicado de los movimientos sociales, enfrentados a un frenesí por el poder y las ganas de poder; un país incapaz de proteger la vida y que suele poner en riesgo a quien expresa y lucha.
Han pasado décadas desde estas letras. Jorge Velosa fue expuesto y señalado por sectores, por cantar para el desacuerdo, por impactar desde la música y ahora, reconocido internacionalmente como el padre tejedor de la carranga, sigue, con notas de paz, reclamando un respiro constante y definitivo, resistiendo desde la carranga y sus convites.