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Costa Rica elige entre dos males

Los dos candidatos que pasaron a segunda ronda obtuvieron en votación 27,3% y 16.7%  respectivamente. Esto quiere decir que ninguno de los dos representa ni la mitad del pueblo costarricense.

Elecciones en Costa Rica. Imagen de CELAG

Elecciones en Costa Rica. Imagen de CELAG

Es verano en Costa Rica. Transitamos la época seca. Hace calor. Unos 25 ºC aproximadamente . Hoy el café sabe más amargo de lo normal.

El pasado 6 de febrero fueron las elecciones presidenciales y se eligieron los 57 diputados de la Asamblea Legislativa. Ninguno de los candidatos a la presidencia alcanzó el 40% de los sufragios. 

El trago amargo aún no termina. Se extiende hasta el 3 de Abril cuando de nuevo el pueblo costarricense se dirigirá a las urnas para hacer efectiva una segunda ronda y escoger por voto democrático a uno de los dos candidatos que obtuvieron el mayor número de sufragios. 

Creo que por los siguientes cuatro años la bebida tradicional tendrá que ser endulzada un poco más de lo normal y no dejar que la situación política nos robe el placer de saborear un rico café tico.

Recién termino un curso sobre escritoras costarricenses nacidas entre los años de 1887 y 1920, mujeres feministas que en su época se atrevieron no solo a escribir cuentos o poesía, sino que también hablaron de política y de una democracia fallida.

Entonces vienen a mi mente las palabras de Eunice Odio, escritora costarricense que decepcionada de la democracia que se vivía en 1930, dijo: “Si me dieran a elegir, entre formar parte de los poderosos de la Tierra y ser parte de los que pueden dar vida nueva a la palabra, ni un momento vacilaría…”

Si algo no falta en período electoral son las promesas que terminan siendo parte de un juego político para obtener y ganar votos sin importar si cumplirán o no lo prometido. Son promesas que desvían la mirada de lo que realmente es importante y necesario para el país.

El voto popular al final se respeta, pero como dijo un candidato: “Hoy no ganó nadie, ganó el abstencionismo”. Según los datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), tuvimos un abstencionismo de un 40.29%, o sea, dos de cada cinco costarricenses del padrón electoral no fueron a votar el domingo 6 de febrero, esto quiere decir que el país registró el abstencionismo más alto desde 1958.

Vuelvo a las palabras de Eunice Odio y me pregunto ¿Dónde están los costarricenses que pueden dar vida nueva a un país?

Quiero explicar un poco el contexto político que está viviendo Costa Rica con el deseo de encontrar una respuesta a ese horroroso y preocupante índice de abstencionismo.

Es la primera vez que en papeleta tenemos la mayor cantidad de candidatos y candidatas a presidencia: 25 en total. También es la primera vez que entre candidatos a presidencia y diputados, 53 de ellos y ellas enfrentan denuncias y acusaciones penales. A pesar de las denuncias penales el TSE permitió que se inscribieran y optaran a la presidencia y el legislativo. Tal vez este dato me permite encontrarle una explicación al incremento del abstencionismo.

Los dos candidatos que pasaron a segunda ronda obtuvieron en votación 27,3% y 16.7%  respectivamente. Esto quiere decir que ninguno de los dos representa ni la mitad del pueblo costarricense.

Y como dicen: “para males, peores”. Los dos candidatos que pasan al balotaje han sido acusados, en distintos tiempos, por corrupción y acoso sexual y ambos por diferentes razones han quedado libres de dichos cargos.

En France 24 leí: “El expresidente de centroizquierda José María Figueres y el exministro conservador y progresista de Hacienda Rodrigo Chaves, definirán en un balotaje el 3 de abril quien gobernará Costa Rica, una de las democracias más sólidas de América Latina pero golpeada por una crisis económica.” 

Me llama la atención que medios internacionales como Prensa Libre de Guatemala, Telam Digital de Argentina digan que un candidato es de “centroizquierda”, y el otro “progresista”. No es cierto. José María Figueres Olsen y Rodrigo Chávez, los candidatos que disputan el balotaje, nada tienen que ver con la izquierda y el progresismo. Son dos hombres de derecha que usan la retórica progresista solo para obtener votos.

“Estamos entre la espada y la pared, ya que por los próximos cuatro años nos gobernará un ladrón o un acosador sexual”, escribió una activista en su muro de Facebook. 

Constructora de sueños y tejedora de vida, dedico mi tiempo y el trabajo de mis manos al arte, a la poesía, a la escultura, la pintura y las plantas. Costarricense de nacimiento, pero mis pasos me llevan a navegar por los vientos de la matria latinoamericana como hija de estas tierras fecundas de amor y vida. Integrante como artista del Foro Social de Economías Transformadoras Colombia-Latinoamérica. Amo contar historias a través de la palabra escrita.

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