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2021: un parteaguas

Es una realidad trepidante la que nos espera en el 2021. Hasta la tierra ha acelerado al máximo. Encerrados en nuestras casas, hoy la humanidad se revuelve con sus miserias a mayor velocidad, como si alguien hubiera por fin accionado el retrete en el que hemos convertido el planeta.

Astronauta. Imagen de Thomas Malyska en Pixabay

Astronauta. Imagen de Thomas Malyska en Pixabay

El 2020 fue un año liminar. A pesar de la naturaleza casi sobrenatural de la sucesión de acontecimientos que llenaron los días del año que se fue, estos parecen ser solo la antesala de las arremetidas por venir en el 2021. No ha terminado la segunda semana del nuevo año y ya se hace difícil mantenerle el paso a la cascada de fenómenos políticos, militares, ambientales, sociales y culturales que sacuden al mundo, en particular a Occidente. Se siente como si cada día viniera preñado con un nuevo momento histórico, para bien y, usualmente, para mal.

Se incuban cambios y es una carrera contra el reloj. Pase lo que pase, el 2021 es un parteaguas para cada ser humano sobre el planeta. Es el año de decidirse. En EL COMEJÉN nos mantenemos firmes, cumpliendo con la tarea de corroer mentes con ideas frescas. ¡Seguimos!

El número de tropas desplegadas en Washington y las demás capitales de EE.UU. para defender sus instituciones ante el ataque de sus propios ciudadanos ya supera el despliegue militar gringo en Afganistán e Irak. A veinte años del ataque contra el World Trade Center en Nueva York, queda expuesto ante nuestros ojos el verdadero resultado de la hidropónica guerra contra el terrorismo, cultivada por radicales de derecha gringos y aprovechada por todos los sátrapas y la ultraderecha global. Para su día de posesión, el presidente electo de los Estados Unidos ha recibido órdenes de no abandonar su habitación de hotel en Washington mientras no sea estrictamente necesario. La crisis del sistema y de su máxima potencia hoy parece llevar la guerra a las mismísimas puertas de la Casa Blanca.

La transición al 2021 también trajo consigo la noticia del mayor ataque cibernético jamás antes visto en la historia. Instituciones financieras públicas y privadas, agencias civiles y militares del gobierno y las principales empresas gringas fueron infiltradas. Se dice que será prácticamente imposible detectar a todos los topos que hoy se encuentran al otro lado de los muros de protección electrónicos. Hemos entrado a una nueva era de la confrontación militar, cada vez más desplazada al campo digital, donde por primera vez EE.UU. no es el niño más abusador de la clase. Putin, entre tanto, sonríe al otro lado de las pantallas.

Entramos al 2021 con enormes pérdidas. Se siguen perdiendo muchas vidas humanas, por la pandemia, por los caprichos de unos y por las ganancias de otros, por las viejas y nuevas guerras, que van en aumento. A cada minuto perdemos cada vez más vidas de animales y plantas, desaparecen especies, se destruyen ecosistemas y a cuentagotas vamos eliminado la posibilidad de la existencia humana sobre el planeta. La enorme mayoría ha perdido y sigue perdiendo lo poco que había logrado conseguir en su vida, hasta los que no tenían nada ahora tienen menos, por ejemplo, menos probabilidades de sobrevivir. Pero también hay cosas que nunca cambian, por ejemplo, los ricos se siguen haciendo más ricos, a pesar de la pandemia.

Empezamos el año con el repunte de la marea verde de la cuarta ola feminista, del feminismo popular. Hoy el aborto es legal en Argentina. En el 2021 las mujeres serán aún más determinantes.

Es una realidad trepidante la que nos espera en el 2021. Hasta la tierra ha acelerado al máximo haciendo que el tiempo fluya más rápido. Encerrados en nuestras casas y en medio del caos, hoy la humanidad se revuelve con sus miserias a mayor velocidad, como si alguien hubiera por fin accionado el retrete en el que hemos convertido el planeta. Mientras tanto, el mundo se enternece ante una inesperada autocrítica del joven dictador surcoreano que cuenta con un arsenal nuclear entre sus juguetes.

Afortunadamente existe otra parte de la humanidad que resiste y seguirá resistiendo en el 2021. Empezamos el año con el repunte de la marea verde de la cuarta ola feminista, del feminismo popular. Hoy el aborto es legal en Argentina. En el 2021 las mujeres serán aún más determinantes. Han sido las más certeras en el manejo de la pandemia y tendrán papeles destacados en puntos definitorios de las agendas y las resistencias globales y locales.

Gracias a la pandemia, la humanidad confinada tuvo un momento de profunda introspección. Muchos telones cayeron y otras realidades empiezan a dibujarse en las mentes y con las acciones de muchos. EL COMEJÉN es un producto de esto. La excusa de no haber sabido lo que estaba pasando ya no es válida nunca más. Se incuban cambios y es una carrera contra el reloj. Pase lo que pase, el 2021 es un parteaguas para cada ser humano sobre el planeta. Es el año de decidirse. En EL COMEJÉN nos mantenemos firmes, cumpliendo con la tarea de corroer mentes con ideas frescas. ¡Seguimos!

Equipo de redacción El Comején.

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