Dos años echando la lata. Cada viernes, una banda de comejenes o termitas, afilaban sus dientes para roer estructuras durísimas e inertes como una piedra. Lo hacían desde las tierras tropicales de Latinoamérica o desde las regiones boreales de Europa. En el termitero, nuestro portal, habitan comejenes de varias generaciones que no dudaron un instante en ponerse manos a la obra para que las ideas fluyeran a ambos lados del Atlántico. Nadie pidió un centavo o un céntimo para hacerlo, lo cual dice mucho de la comunidad de EL COMEJÉN. Cuando pinchas en la pestaña Autores y Autoras los encontrarás. Gente muy chévere con la que se puede crear un mundo, transformarlo o resetearlo.
Ideas que corroen, es la enseña de EL COMEJÉN. Ideas o pensamiento crítico. Llámalo como quieras. La libertad para escribir sin pedir permiso a nadie. Sin corrección política. Sin patrón o patrona. Sin rendirle cuentas a patrocinadores porque nunca los hubo. Sin publicidad para no vernos limitados en nuestras opiniones. Así fue la cosa comejenes.
Como en la series: hemos finalizado la primera temporada. Quizá hay una segunda o ninguna.
Adiós, comejenes