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La revolución será feminista, o no será

En nuestra búsqueda de ideas y opiniones que corroen invitamos a voces populares, negras, indígenas y lesbianas que construyen un discurso reivindicativo que amplían el espectro del feminismo heterosexual, blanco, occidental y muy vinculado a la clase media (...)

Foto de Obi Onyeador en Unsplash.

Este año en España se cumplen 35 años de la primera ley que despenalizó algunos supuestos del aborto. También se celebran 25 años de la cuarta conferencia mundial de la ONU sobre la mujer donde se aprobó la plataforma de acción de Beijing; y 20 años de la resolución 1325 Mujeres, Paz y Seguridad del Consejo de Seguridad del organismo internacional. Además, en Argentina se conmemora el quinto aniversario del movimiento “Ni una menos”, que grita cada día en contra de los feminicidios.

Los números confunden y las cifras abultan, pero lo cierto es que el feminismo y sus aristas son mucho más que datos y resoluciones políticas de oficina que pretenden abarcar un tema urgente en todos los rincones del mundo.

En nuestra búsqueda de ideas y opiniones que corroen invitamos a voces populares, negras, indígenas y lesbianas que construyen un discurso reivindicativo que amplían el espectro del feminismo heterosexual, blanco, occidental y muy vinculado a la clase media (…)

En la convocatoria de textos para esta octava edición de El Comején, nos encontramos con un torrente de ideas que sobrepasaban el límite de palabras comúnmente establecidas para los artículos, y encontramos como denominador común que las mujeres que escriben hablan en plural y citan a otras mujeres. Porque la lucha feminista consiste en ir de la mano las unas con las otras, todas juntas para romper los márgenes históricos de violencia y opresión.

En nuestra búsqueda de ideas y opiniones que corroen invitamos a voces populares, negras, indígenas y lesbianas que construyen un discurso reivindicativo que amplían el espectro del feminismo heterosexual, blanco, occidental y muy vinculado a la clase media, como nos lo cuenta desde Argentina Noelia Figueroa, militante de Mala Junta-Feminista.

Gaby Poblet cuenta desde Barcelona la historia de mujeres que no se conocen, pero que atraviesan las mismas adversidades en el camino de la migración y la emancipación. Con su firma, señala la importancia de no dispersar luchas y concretar nuevas alianzas en la batalla contra el patriarcado y el mercado.

De realidades distintas y mundos desiguales nos habla Estercilia Simanca, que en su lucha por la visibilización de las mujeres y niñas Wayuu, nos invita también a considerar la diversidad cultural como una diferencia con valor agregado.

Renata Cabrales ha dedicado su texto a una joven madre en Colombia que se suicidó al ver que no era posible darle de comer a sus hijos en estos tiempos de encierro. En sus palabras, la periodista revela la realidad de las mujeres que conviven diariamente con el abuso sexual y el maltrato, un virus mucho más mortal que el Covid-19.

Desde Bogotá, Donka Atanassova y Katerina Villa de Liguori, nos invitan a pensar en la importancia de los cuidados, histórica y arbitrariamente delegados a las mujeres y en cómo sin darnos cuenta y de broma en broma en las redes sociales, afianzamos ese criterio patriarcal de que la cocina, los niños y demás tareas domésticas son solo asuntos femeninos.

Cuando hablamos con la politóloga y educadora Mar Maiques y le pedimos unas palabras para esta edición, nos pidió que precisáramos un poco más acerca de qué queríamos, porque del feminismo hay mucho para decir. Y como ella sabe más que nosotras, la invitamos a que escribiera con libertad, por eso nos regala un texto poblado de voces diversas que ella misma condensa en el podcast La Imaginación Radical, “un programa de diálogos virtuales con activistas, artistas, profesionales y académicas de diversos ámbitos, experiencias, orígenes y acentos”. María y Ana Villellas, al alimón con Pamela Urrutia, conectan el feminismo con las causas antibelicistas y la construcción de escenarios de paz.

Bambazú, mujer nacida en Juradó, Chocó, nos regala un “vómito poético y negro” sin contornos formales, que nos obliga a mirarnos al espejo y cuestionar todos los términos que componen el campo semántico del feminismo actual. Dice ella que para que “para caminar realmente juntas, primero debemos reconocer nuestro colonizador interno, barrerlo, quemarlo y sacarlo”. Y en El Comején estamos de acuerdo. Isabella Antonelli, la fotógrafa italiana afincada en Barcelona, nos retrata los rostros de mujeres de allá y acá.

Porque la revolución será feminista, o no será.

Equipo de redacción El Comején.

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