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Alfredo Cohen: «La sociedad turbocapitalista propone la juventud como valor universal»

Alfredo Cohen no se pierde las fiestas del Carnaval de Barranquilla. En cuatro días sublimo todo el estrés que acumulo durante todo un año de trabajo en Barcelona, dice. Este comunicador social y periodista nació en Barranquilla, Colombia.

Foto cortesía de elParlante.

Alfredo Cohen. Foto cortesía de elParlante.

Alfredo Cohen no se pierde las fiestas del Carnaval de Barranquilla. En cuatro días sublimo todo el estrés que acumulo durante todo un año de trabajo en Barcelona, dice. Este comunicador social y periodista nació en Barranquilla, Colombia. Vino a Barcelona con la idea de hacer un master en documental creativo en la Universitat Autònoma de Barcelona, cosa que hizo, pero cuando lo acabó tiró el ancla en la ciudad mediterránea. Es PhD en Comunicación y Educación por la Universidad Pompeu Fabra y profesor invitado de la UPF de Barcelona y la Universidad del Norte de Colombia. Fundador y coordinador general de la Associació Cultural elParlante desde 2009, una entidad de carácter cultural, social y educativa que lleva onces años de navegación, ejecutando proyectos a ambos lados del Atlántico. EL COMEJÉN lo entrevistó a propósito de la segunda versión del festival de cine La Gran Pantalla, que involucra a gente mayor, este sector de la población que el Covid-19 puso en evidencia. 

Se habla de segregación y marginación por razones de edad ¿Ocurre esto en España?

Pienso que sí, en España y en el mundo. La sociedad turbocapitalista en la que vivimos propone la juventud como valor universal. Las personas mayores en España tienen poca representatividad en espacios de poder y se dan discriminaciones en escenarios de suma importancia como la salud o el trabajo. 

En este país es muy complicado para una persona mayor obtener una hipoteca y, si no tiene trabajo, encontrarlo. Pero además, si están jubilados y quieren seguir trabajando, lo tienen muy difícil. Mientras tanto, las pensiones se mantienen congeladas y sus reclamos son poco escuchados. Cuando salen en los medios, es para explicar lo vulnerables que son o como caricaturas de sí mismos. 

Por eso, desde elParlante nos centramos en trabajar para desmontar prejuicios y estereotipos sobre las personas mayores, intentando generar espacios de libertad y empoderamiento donde ellos y ellas pueden contar otros puntos de vista sobre el hecho de envejecer y demostrar toda la diversidad que les atraviesa. 

No me atrevo a hablar de rasgos culturales concluyentes, pero creo que sociedades más desiguales tienen una relación intergeneracional más fuerte.

Tú, Alfredo eres inmigrante. Buena parte de los cuidadores de la gente mayor en España son inmigrantes y mujeres ¿Cómo transcurre esa relación?

No me atrevo a hablar de rasgos culturales concluyentes, pero creo que sociedades más desiguales tienen una relación intergeneracional más fuerte. En América Latina las personas siguen siendo cuidadas por la comunidad, las familias son grandes y diversas y creo que eso fortalece lazos. Ese rasgo, sumado a las dificultades por las que atraviesan los inmigrantes en Europa, especialmente los que tienen una situación administrativa irregular, hace que terminen asumiendo estos espacios de cuidado. Esta crisis sanitaria, política, económica y social ha demostrado la importancia de los/as inmigrantes y el papel fundamental que cumplen en ámbitos como el geriátrico. Sin esta fuerza de trabajo, muchas veces mal pagada e infravalorada públicamente, esta sociedad no se sostendría. 

El activismo de las personas mayores es muy potente en España. Recordemos a los Yayoflautas del 15-M, las marchas de los pensionistas y la lucha contra los desahucios, por ejemplo. ¿Por qué razón se les mira ahora con compasión?

Supongo que vivimos en una sociedad heteropatriarcal y las personas mayores representan las periferias. La gente mayor de este país creció en la postguerra, sabe lo que es el hambre. Es gente que emigró, que se exilió, que volvió. También es la gente que construyó la transición de la dictadura a la democracia y luchó por el sistema de bienestar. Es la misma generación que en la crisis económica del 2009 puso sus casas y pensiones para ayudar a sus hijos que lo perdían todo. Unas veinte mil personas de esa generación han muerto sin la posibilidad de una despedida en esta pandemia. Lo mínimo que podemos hacer es escuchar sus historias, proteger sus memorias, darles espacios para el diálogo, acompañarles. Noventa mil personas mayores viven solas en Barcelona y sesenta espacios públicos pensados para ellos están ahora cerrados. El Festival de Cinema La Gran Pantalla busca generar un espacio, poner su granito de arena en este sentido. 

Foto cortesía de elParlante.
Foto cortesía de elParlante.

Fotografía, cine, son algunas de las actividades que El Parlante ha hecho con gente mayor ¿Qué es lo que más les entusiasma?

La gente mayor es como la gente joven, les interesa contar historias, narrar sus particularidades y sus individualidades. Las actividades de cocreación que hacemos son espacios de libertad donde la gente construye narraciones de modo participativo y las comparte para hablar de tomas que son importantes para ellos/as. También cuando revisamos discursos mediáticos de modo crítico, incluido el cine, encontramos maneras de hablar sobre lo que nos afecta. Y el diálogo, siempre es necesario. 

Por la pandemia el Parlante pasó de hacer actividades físicas, literalmente, a actuaciones en red como la segunda versión de La Gran Pantalla que comienzan el próximo 7 de julio. ¿Qué nos puedes contar de esto? ¿Cómo funcionará el Festival?

La pandemia ha generado una turbodigitalizacion. Ya era previsible que lo digital jugara un papel importante en los proyectos de intervención social en los próximos años, pero creo que nadie imaginaba que sería la solución para mantenerlos en pie en este 2020. De todos modos, creo que una de las desgracias que podría dejar esta crisis sería aumentar exageradamente la brecha digital y evidentemente en este escenario las personas mayores son vulnerables en cuanto no han tenido educación mediática/digital formal. Lo que no quiere decir que no puedan aprender y no debamos acompañarles. La fascinación de la sociedad por las tecnologías digitales incluye a las personas mayores y puede ser un elemento cohesionador y no de distanciamiento intergeneracional. 

En esta segunda edición el festival está conformado por seis largometrajes y catorce cortos seleccionados entre más de 250 que nos llegaron de los cinco continentes. Hay además dos mesas redondas sobre estrategias para combatir la soledad y sobre edatismo (discriminaciones por edad) en tiempos de Covid-19. Además, haremos tres cineforos donde las personas mayores hablaran sobre feminismo, sobre las personas mayores LGTBI y sobre la relación de la gente mayor con el cine. A estos espacios se puede acceder desde nuestra web: www.lagranpantallafestival.com y el festival se puede disfrutar desde Filmin la plataforma de cine europeo y de autor más importante de España. Hay además un registro para obtener códigos y obtener invitaciones a las películas, así como un tutorial y un teléfono disponible para ayudar a las personas mayores a conectarse. Lo ideal sería que la gente joven nos ayudara a llevar el cine a sus abuelos/as, padres/madres y/o vecinos/as.

Finalmente. ¿Qué filme y qué libro recomendarías ver y leer a los lectores de EL COMEJÉN?

Aquí sigo de Lorenzo Hagerman. Un documental con bajo presupuesto que programamos en el Festival del año pasado. Es un viaje íntimo alrededor del mundo, con relatos de adultos mayores de Costa Rica, México, Japón, Canadá, Italia, España, para descubrir cómo se percibe la existencia cuando se rebasan los noventa años de vida. Para leer, creo que Elogio a la Experiencia de Carl Honoré vale la pena porque nos introduce más que a la vejez, al envejecimiento, adonde llegaremos todos.

EL COMEJÉN, colabora con el festival de cine La Gran Pantalla

Equipo de redacción El Comején.

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