6.402, puede ser un número cualquiera. Pero para los colombianos, esta cifra nos recuerda uno de los episodios más nefastos dentro de la vida política de nuestra nación. Una cifra que nos llena de dolor y sentimiento y que no podemos olvidar, porque son 6.402 familias que llevan a cuesta la tragedia de que sus hijos, hermanos, esposos, compañeros o vecinos, fueron asesinados y pasados por guerrilleros, dentro de una política de Estado sistemática, acogida por militares que sin escrúpulos ordenaban a sus subalternos les entregaran resultados de guerrilleros caídos en combate, para dar a la opinión pública el mensaje que se estaba derrotando a los grupos al margen de la ley y “ganando la guerra”; los tristemente célebres “falsos positivos”.
6.402 jóvenes asesinados en estado de indefensión, llevados con el engaño de proporcionarles un trabajo. Un hecho que además de avergonzarnos como país, nos llena de indignación, al pensar en una casi segura impunidad, que no ha permitido que esas familias hagan el duelo de enterrar a sus familiares; una cifra a la cual se le adicionan los tantos desaparecidos forzosamente que se le siguen reclamando al Estado, sin que éste atienda las voces que claman por una respuesta.
Son hechos que aparecen como una mancha indeleble y reprochable de esos años en que el entonces presidente Uribe Vélez, quería demostrar efectividad frente a la aniquilación de los grupos guerrilleros. Esas familias necesitan nuestra solidaridad, necesitan paliar su dolor, por ello, queremos que el mundo conozca esta tragedia, queremos mostrar este episodio doloroso y punible. La iniciativa surgió para buscar la condena y el reproche mundial; estas familias aún siguen llorando a sus seres queridos y esperan el respaldo y la reparación de este crimen colectivo.
El próximo 30 de agosto se realizará el performance 6.402; una iniciativa de un grupo de líderes que buscan resarcir a estas familias; es un acto de denuncia ante el mundo, se siguen buscando los culpables, aunque hay evidencias de “quien dio la orden”, el estado no ha reconocido públicamente uno de los sucesos más denigrantes y vergonzosos para la sociedad colombiana.
Está convocatoria está dirigida a colombianos y no colombianos que quieran hacer parte de esta puesta en escena. Invitamos a colectivos, movimientos y asociaciones defensoras de los derechos humanos y la paz, para que el 30 de agosto nos unamos y reclamemos justicia por estos 6.402 y los más de 80.000 desaparecidos.