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Victoria Aletta: «La cultura se ha encargado de sobrellevar los días de encierro»

El pasado 29 de abril, día mundial de la danza, una chica bailó en una calle de Barcelona el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky. Lo hizo en solitario. En pleno confinamiento. Los vecinos, desde los balcones, grabaron la interpretación que se hizo viral a través de los medios españoles e italianos. La bailarina se llama Victoria Aletta, de padre italiano y madre colombiana. El Comején la entrevistó.

Foto cortesía de Victoria Aletta.

Foto cortesía de Victoria Aletta.

 

P. ¿Qué es lo que más te ha impactado durante la pandemia?

R. La paralisis repentina del planeta, como si alguien lo hubiera frenado en seco. Si esto nos lo hubiera dicho alguien unos meses atrás, lo hubiéramos tratado de loco. ¿Un mundo sin aviones? ¿Sin gente viajando? ¿Aislados de la familia? ¿Sin ver y salir con los amigos? Para mí era imposible imaginar un mundo sin teatros, sin baile. Pero lo estoy viendo. Esto me ha impactado.

En Italia, mi país, los estragos han sido terribles. Entre mis amistades que se dedican al ballet hay un bajón psicológico. Tengo una tía médica, con quien hablo a menudo, que me ha contado lo que le ha tocado tratar en el hospital público en el que trabaja. La pandemia nos ha demostrado que la sanidad es una prioridad que no puede tomarse  como negocio.  

A la Vila de Gràcia. Barcelona,Catalunya!Preciós!

Gepostet von Pascal Vanbellingen am Donnerstag, 30. April 2020

P. La danza exige largos entrenamientos para conseguir perfeccionamiento y resistencia física ¿Cómo lo has conseguido durante el confinamiento? ¿Qué rutinas te impusiste ?  

R: La danza, es cierto, exige largos entrenamientos para conseguir resistencia, perfeccionamiento, etcétera. Ocho horas de ensayo diario es agotador. Durante el confinamiento he aprendido más sobre mi cuerpo y su desgaste. En este confinamiento no realizo tantas horas de ejercicios. He aprovechado esta pausa para descansar, recuperar energías y trabajar más el lado artístico que el técnico. He descubierto cosas que antes hacía poco, tal como leer,  cocinar y conocer mejor a mis vecinos a través de los balcones. Dedico más tiempo a las personas.

P. ¿Qué papel tendrán el arte y los artistas de cara a la “nueva realidad”? 

R. No me imagino una sociedad sin cultura. Sin música, sin libros, sin danza, sin cine, sin arte y artistas. Sería una sociedad Zombi. La cultura se ha encargado de sobrellevar los días de encierro. Quizá la sociedad haya aprendido esta lección y en adelante los gobiernos presten atención a la cultura.

P. ¿De dónde salió la idea de hacer esta presentación callejera y qué hiciste para poder ejecutarla?

R. Desde el primer día del confinamiento he salido al balcón de mi residencia a aplaudir al personal sanitario que se la está jugando por nosotros. A esa hora cantábamos y bailábamos. La idea de hacer algo diferente el día mundial de la danza fue de mi novio. Decidimos interpretar el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky en la calle para que los vecinos pudieran observarlo desde sus balcones. Me preparé y maquillé como lo hago para una presentación en el teatro. Desbaratamos un cojín para obtener las plumas de la corona que lucí. La danza clásica se ejecuta en un tipo de suelo especifico, así que tuve que concentrarme para poder  bailar sobre el cemento. Fue muy emocionante bailar sin el efecto de las luces y con gente muy cercana. A los pocos días mi madre me llamó desde Firenze para contarme que un video, filmado desde algún balcón, fue publicado por el diario deportivo Marca y replicado por varios medios españoles e italianos, hasta conseguir más de 800.000 reproducciones.  Es increíble que algo pensado para el barrio se hiciera viral en cuestión de horas.

Victoria Aletta, Italia 1998. Se graduó con la técnica Marika Besobrasova Princess Grace Montecarlo. Ha trabajado con los coreógrafos Christophe Ferrari, Charles Jude, Helene Trailen, Elizabeth Plantel, Enrique Quiller, Alberto Canestro, Remi Wrotmayer, Larissa Leznina, Chase Johnsey, Antonio Carmena, Marcus Salazar, Marta Bustamante y David Campos. A los 14 años participó en el concurso de baile de Fiera, ganando el premio a la mejor interpretación y coreografía. Después de su experiencia en la ópera de Burdeos con la dirección de Charles Jude bailando en la producción de ‘Coppelia’, decide trabajar con el Ballet de Catalunya donde interpreta papeles del cuerpo de baile en ‘Paquita’, ‘Don Quijote’, ‘La Bailarina de Picasso’ y el ‘Cascanueces’, interpretando en la Danza Árabe. Continúa su experiencia en Ballet de Barcelona con dirección de Carlos Renedo y Chase Johnsey, trabajando con coreógrafos internacionales como Antonio Carmena en su pieza ‘Together’, creada en exclusiva para la compañía, y con Chase Johnsey y Marta Bustamante en ‘El Trencanous’.

P. Tu madre es colombiana. ¿Cómo miras a Colombia desde el otro lado del Atlántico?

R. Gracias a mi madre me hice bailarina. Fue ella quien me estimuló desde muy pequeña. He estado pocas veces en Colombia. Me encantan sus paisajes naturales, la música autóctona y admiro la tenacidad de Shakira para llegar hasta la cumbre musical. Mi abuela y mi madre, que son colombianas, me mimaban con platos del país. A veces voy a restaurantes colombianos de Barcelona a comer la rica variedad de arepas. Sin embargo, Colombia es un país de mucha desigualdad, una de las razones por la que mi abuela y mi madre abandonaron el país. Ellas encontraron en Italia una oportunidad para sus vidas. Seguí también las noticias sobre la búsqueda de la paz, un esfuerzo que siempre vale la pena hacer.

P. Por último ¿Qué libro y qué película recomiendas a los lectores de EL COMEJÉN?

R. Misery, la novela de Stephen King por la manera como nos va llevando hasta un abismo de terror sicológico. Me gustó la película Frida, interpretada por Salma Hayek.

Equipo de redacción El Comején.

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