Michel Forst, Relator de Naciones Unidas, sostuvo en febrero de este año que Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para la defensa de los derechos humanos. Las cifras solas no muestran la tragedia humana que hay detrás de cada caso. Por eso un grupo de columnistas y escritores, hemos querido recuperar los rostros y las vidas de algunos líderes asesinados.
Me han pedido unirme a la campaña #LaHuellaDeLosLíderes.
14 de febrero de 2019. María Nelly Bernal Andrade. Guardia indígena del Pueblo Pastos. Samaniego, Nariño. María Bernal era una comunera e integrante de la Guardia Indígena del pueblo Pastos en el Cabildo La Montaña en Samaniego, Nariño. Era una mujer que defendía el territorio. Fue asesinada mientras se dirigía a su casa. Luis Eusebio Cadena, gobernador del cabildo, manifestó que están “muy tristes por la pérdida de un miembro del cabildo». A ella le dedico el siguiente poema.
Un despertador en el camino
Un despertador en el camino del Shakiñan
hace de lazarillo para recrear tu existencia,
¿fueron los frailejones, la lluvia, la siembra y
una manta de retazos, haciéndose montaña,
el lugar al que se acostumbraron tus ojos?
¿Fue tu educación de usos y costumbres,
de conversaciones con las estrellas y las plantas?
No sé nada de ti, María Nelly,
y aunque puedo ver tu juventud
en una foto de archivo
y aunque en tu nombre veo el triunfo de Adán
sobre el mito de las perdices, un bastón,
acompaña tu imagen y la honra.
María Nelly,
¿sabías que un 14 de febrero
mientras unos Desconocidos
inmortalizaban su cobardía,
otra mancha de sangre peregrina,
en negro, obtenía los titulares?
María Nelly Bernal Andrade,
¿Sabías que de donde yo vengo
tus plantas sagradas han sido utilizadas
para convertir la fiesta en alucinación,
para robar románticos desprevenidos,
para ceremonias de pago espiritual,
para aliviar dolores musculares
y posiblemente, para ayudarnos a seguir durmiendo?